sábado, 15 de marzo de 2014

No es cuestión de fe sino de trabajo diario

Seguimos teniendo muy claro cuál es nuestra razón de ser, cual es nuestro principal objetivo que no es otro que servir a los ciudadanos de Vinaròs transmitiendo sus quejas, sus reivindicaciones y sus sugerencias en el ámbito local a la Administración pertinente que suele ser nuestro Ayuntamiento. Seguimos los cauces establecidos para conseguir la mayoría de las veces, sin publicidad ni estridencias,  lo que nos demandan los vecinos, pero tampoco dejamos de lado la crítica constructiva que es otro trabajo de colaboración con las administraciones.
Pero de ahí, a enfrentarnos sin más con el Ayuntamiento, sea del color que sea, no forma parte de nuestro ideario ni podemos comprender a otra asociación de vecinos que afirma taxativamente: “… no ens creiem res del que diuen ..”  refiriéndose al equipo de gobierno del PP.
No nos parece lógica la rabieta de “Migjorn” contra el equipo de gobierno actual excusándose en el retraso de proyectos que están siguiendo su curso y que como en el tema de los espigones o la playa del fortí, ni Migjorn ni el PSOE-PVI fueron capaces de que se llevaran a cabo, como otros también olvidados como la pasarela en el Cervol o la adecuación medioambiental de Sol de Riu.
Y no digamos la postura, cuanto menos ambigua, de la asociación con 40 años de historia, en el asunto del paseo marítimo o del proyecto castor, que sólo detecta irregularidades si con ello no se destapan intereses manifiestos de alguno de sus miembros.
Ante la alerta desatada por los primeros movimientos sísmicos en el entorno del almacén submarino de gas Castor, resultaron lamentables los pronunciamientos de cierto trabajador vinarocense de esta empresa que, en las redes sociales, llegó hasta burlarse de quienes manifestaron su preocupación y hasta se atrevió a ilustrar la causa de los terremotos con una viñeta de separación de Cataluña del mapa de España. Lamentable que Migjorn no censurara en su momento tal desatino.
La plataforma Castor a día de hoy sigue paralizada y a la espera de que el Ministerio de Industria tome una decisión sobre el cierre definitivo o la reapertura de una infraestructura que ha costado 1.700 millones de euros. Nosotros no queremos ninguna instalación, sea la que sea,  que no se garantice la seguridad de la población y mucho menos cuando ya se afirma que ni siquiera es necesaria.

El presidente de Escal UGS, Recaredo del Potro, reconoció por fin ante el Consell Valencià de Cultura, lo que era evidente, que la inyección de gas en la plataforma marina forzó  la crisis sísmica que produjo mas de 500 miniterremotos. Por su parte Florentino, en declaraciones televisivas, nos faltó recientemente al respeto a todos los vinarocenses al asegurar que no ha pasado nada y todo resultó una exageranción y reconocer también que en tiempos de crisis como los actuales, una instalación como el Castor ya no tiene sentido.

Setmanari Vinaròs. 15 de marzo de 2014.